¿Qué es la piometra canina?
La piometra es una enfermedad de la perra caracterizada por el acúmulo de material purulento dentro del útero.
Es una enfermedad relativamente frecuente en perras no esterilizadas, de edad avanzada y al término de sus últimos celos.
Hay unos factores que favorecen la aparición de esta enfermedad como son la presencia de celos irregulares y la edad avanzada, pero también hay que tener en cuenta unos factores determinantes como son la presencia de agentes infecciosos y una respuesta anormal de la mucosa uterina a los cambios hormonales que ocurren durante el celo por lo que puede aparecer en perras de cualquier edad.
La piómetra ocurre en perras de cualquier raza.
La piometra, en ocasiones, se acompaña de graves lesiones renales que pueden originar la muerte del animal.
¿Cómo se detecta la piometra?
Los signos clínicos que manifiestan las perras afectadas por esta enfermedad suelen ser abatimiento general, dejan de comer, beben agua en gran cantidad, orinan más de lo normal, abdomen distendido y, en ocasiones, vómitos y diarrea.
También es característico en las piometras con el cuello uterino abierto, observar una descarga de material purulento y con mal olor a través de la vulva de la perra. Siempre que se observen alguno de estos síntomas, es aconsejable acudir a la consulta del veterinario.
El diagnóstico de la piometra se realiza con el examen clínico de la perra por parte del veterinario, una analítica general de sangre junto a pruebas de imagen, preferiblemente una ecografía abdominal.
¿Cual es el mejor tratamiento para la piometra y como se puede prevenir?
El tratamiento casi siempre es quirúrgico y consiste en la realización de una ovario-histerectomía de carácter urgente.
Si hubiera complicaciones graves de tipo renal o derivadas de la edad avanzada de la perra que desaconsejan cualquier procedimiento anestésico, no quedaría más remedio que aplicar tratamientos paliativos con un pronóstico reservado.
Para prevenir la piometra en la perra se aconseja la esterilización preventiva a partir del primer año de vida, en el caso de que no se fuera a dedicar a la reproducción.
Si ves que tienes dudas, y qué necesitas asesoramiento profesional, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo de veterinarios Menescal aquí, estaremos encantados de ayudarte!
Deja tu comentario